La suspensión de la actividad presencial en la Universidad Española provocada por el coronavirus COVID-19 afecta no solo a la metodología docente, sino también a las pruebas de evaluación continua y a los exámenes o pruebas globales con presencia física del estudiantado en aulas y laboratorios. En este contexto, la función de esta guía es ofrecer indicaciones al profesorado que le permitan establecer estrategias para recoger información de modo remoto sobre la adquisición de competencias por parte del estudiantado.
Pretendemos con este documento plasmar las herramientas disponibles en la UR, así como proponer recomendaciones que puedan ayudar a diseñar unas actividades evaluativas maximizando los criterios de ecuanimidad, calidad y seguridad que corresponden a una universidad pública como la nuestra.
Este documento ha sido realizado por el departamento de Sistemas-Elearning de la Fundación General de la Universidad de La Rioja, que da soporte a las herramientas del Campus Virtual de la Universidad de La Rioja.
La Universidad de La Rioja dispone de distintos recursos que permiten la evaluación online del estudiantado dentro de las herramientas que ya se están utilizando para dar continuidad a la docencia en estos momentos. Es importante recordar que la evaluación debe dejar evidencias que permitan hacer un seguimiento de la misma de cara a reclamaciones y revisiones por parte de las agencias de calidad.
El aula virtual dispone de distintas herramientas que permiten la evaluación. Puede utilizar foros para gestionar la participación del estudiantado en debates durante un periodo de tiempo, tras el cual el docente puede dar contestación y evaluar las respuestas recibidas con criterios de calidad y profundidad de las mismas. Dispone también de blogs, diarios y wikis. Todas estas herramientas desarrollan el pensamiento crítico del alumno.
También dispone de la herramienta de actividades para solicitar trabajos individuales o grupales. La herramienta permite la corrección desde la propia plataforma y, si se desea, puede hacer un análisis de originalidad (plagio) utilizando SafeAssign. Mezclar esta herramienta con una posterior evaluación por otra vía, por ejemplo, de forma oral por videoconferencia, es una estrategia que puede ser muy válida.
Utilice la herramienta de Exámenes para evaluar a los estudiantes de forma síncrona. Tenga en cuenta que los exámenes no tendrán vigilancia, así que intente enfocarlos a desafiar la comprensión de los contenidos por parte de los estudiantes. Para iniciarlos puede ser conveniente quedar con los estudiantes previamente en una sesión de videoconferencia.
El aula virtual proporciona un centro de calificaciones que permite reunir y gestionar todos los elementos calificables que el docente haya puesto a disposición de los estudiantes. Tiene una sencilla integración con Excel para facilitar el trabajo offline del profesor, y facilita la comunicación de las notas generadas.
La herramienta de videconferencia permite una comunicación síncrona y por tanto es una herramienta perfecta para desarrollar exámenes orales y defensas de trabajos. Facilita la identificación fehaciente del estudiante y es la herramienta más segura para hacer evaluación sumativa. Además, las actividades realizadas pueden ser grabadas.
Además de las posibilidades de la herramienta de actividades, dispone también de acceso a la herramienta antiplagio Turnitin. Está más pensada para trabajos fin de estudios (TFG, TFM, tesis) pero puede ser utilizada para cualquier otro tipo de entregable si tenemos dudas sobre su originalidad.
La plataforma de Office365 proporciona herramientas colaborativas que pueden ser utilizadas para evaluar. Los cuestionarios de Forms son perfectos para hacer evaluaciones diagnósticas transversales a grupos. Los cuadernos de Onenote son perfectos para realizar portafolios. Teams permite extender la colaboración y habilita la videoconferencia. También permite la entrega de trabajos. Y todas estas herramientas pueden ser integradas en el Campus Virtual
En este caso vamos a enumerar una serie de consejos y técnicas de cara a realizar una evaluación no presencial. En cualquier caso, es el docente quien, a partir del conocimiento de la materia, de la situación de sus estudiantes, y con sentido común, debe diseñar una estrategia de evaluación adecuada para su asignatura.
La evaluación continua del estudiante es más segura y más equitativa que otro tipo de evaluaciones no presencial. Siempre que sea posible, intente transformar su evaluación hacia este tipo de metodología.
Es fundamental que el docente evalúe la capacidad de sus estudiantes para seguir las actividades que plantee, y revise las barreras de tipo técnico que pueda encontrarse. Piense que, aunque es probable que los problemas ya hayan sido detectados durante la continuación de la docencia de forma remota, puede enfrentarse a alumnos con problemas de conexión o falta de dispositivos.
Es importante dimensionar correctamente las actividades, sin que estas supongan una sobrecarga para el estudiantado y sin que interfieran en los horarios de otras asignaturas. Ceñirse a la planificación horaria original del curso es en estos casos importante.
Si va a evaluar a un grupo grande de alumnos, considere fraccionar la actividad. Un número elevado de alumnos conectándose a la vez puede causar problemas puntuales de saturación en la plataforma.
Si va a realizar un test, elabore baterías de preguntas y muestre sólo unas pocas de forma aleatoria.
Sea consciente de que los alumnos disponen de herramientas para comunicarse durante los ejercicios que plantee.
Incluya preguntas de desarrollo de textos, aplicaciones prácticas de conceptos o escenarios concretos que requieran la comprensión y el uso de la capacidad lógica e intelectual del estudiante. Las preguntas memorísticas son más fáciles de buscar y por tanto menos seguras.
Puede aleatorizar el orden de las preguntas y de las respuestas, configurando el examen para que las preguntas deban responderse de una en una y sin posibilidad de volver hacia atrás.
Hemos desechado implantar en la universidad un sistema de proctoring. Las razones han sido la imposibilidad de asegurar que los dispositivos del alumnado están preparados para ello, la dificultad técnica de implantarlo, la dificultad para formar en la herramienta al profesorado y al estudiantado, y la falta de respuesta a las dudas legales que esta metodología plantea. Sin embargo, puede pedir a sus alumnos que se conecten a una sesión de Collaborate con el móvil mientas realiza el ejercicio, dejando abierto micro y cámara. No podrá verlos a todos, pero tendrá un canal habilitado con ellos de comunicación y evitará que usen ese dispositivo para otras cosas.
Para realizar un examen oral cree una sala de Collaborate en su aula de pruebas. Configure el enlace de invitado para facilitar el rol de Presentador, no de Participante. Esa será la sala en la que examinará a los estudiantes, de forma que la grabación del examen no quedará a disposición de los alumnos. Insista en que el alumno debe activar su cámara para hacer una identificación fehaciente, y que debe tener el DNI o el carnet de estudiante a mano. Por otro lado, cree una sesión en el aula de la asignatura en la que va a evaluar y utilícela como sala de espera. Cite a los alumnos en ella con una separación suficiente y, para que se unan al examen, facilíteles por un chat privado la dirección de la otra sala. Así conseguirá que no entren otros alumnos cuando esté atendiendo al examen.
Es recomendable transmitir a los estudiantes que deben liberar el ancho de banda del que disponen en sus hogares desconectando otros dispositivos que no estén usando en esos momentos, y conectándose por cable en lugar de wifi siempre que sea posible.
La videoconferencia combina muy bien con otro tipo de herramientas. Por ejemplo, puede poner un examen sin enunciados y usar una videoconferencia para trasladar a los alumnos dichos enunciados de forma oral.
Los exámenes del aula virtual permiten entregar preguntas de tipo archivo. Utilícelas para solicitar a los alumnos que realicen desarrollos a mano y contesten con una foto. Puede ser muy útil en entornos en los que se use lenguaje científico y dificulta el “copia-pega” si el examen se distribuye a otros compañeros.
Las rúbricas permiten al estudiante saber qué es lo que se espera de él y al docente objetivar la corrección. Las herramientas del aula virtual soportan rúbricas, utilícelas.
Considere la posibilidad de dividir el examen en fragmentos más pequeños. Comprimir los tiempos es la mejor defensa para evitar los comportamientos indebidos. En lugar de hacer un cuestionario en 30 minutos puede ser preferible hacer dos en 15 minutos, comenzando de forma paralela. En cualquier caso, tenga en cuenta que enfrentarse a esta nueva situación puede provocar estrés en el alumnado y, para evitarlo, el acceso a las pruebas debe ser sencillo.